Ennio Morricone, presente

El genio del italiano Ennio Morricone, en nuestros recuerdos de vida

Ennio Morricone, Presente. Nunca he sido una persona obsesionada con el cine, mi experiencia en películas se remite a un fanatismo no tan exagerado con Star Wars, películas de Tarantino y otras tantas de “moda” que te hacen ver bien cuando hablas de ellas.

Fue ahí, con Tarantino, donde escuche de otra forma a Ennio Morricone. El sentido tan adecuado que proporciona su música, donde pareciera que la película se hizo para la banda sonora y no al revés.

Con esa cualidad que tiene la música de transportarte inmediatamente a momentos memorables, en este caso a una película. Como al escuchar el tema de “El bueno, el malo y el feo”. Tema que por cierto, abrió los conciertos de Metallica durante varios años.

Fue en ese momento de mi vida, cuando me daba la oportunidad de dejarme sorprender por otros géneros y estilos, cuando me alejaba del alternativo y el britpop para escuchar funk, jazz, blues y temas de películas.

Darme cuenta que estuvo en películas que había disfrutado: Cinema Paradiso, Los Intocables, Malena, por eso me gustaban y por él las recordaba.

Me llevo de la mano al Spaghetti Western. Caminé heroicamente con su música en los audífonos. Regresé a mi niñez y acompañé mis juegos con su melodía y con la pistola de juguete que me compraron para un baile de día de las madres, esa pistola que duro meses conmigo colgando de mi cinturón.

Ennio y el futbol

Incluir su tema mundialista en un podcast de futbol, un tema que no apoyó mucho la afición local solo por no tener una letra que podía cantarse.

Sí, pude interesarme en su música mucho antes, la oportunidad estuvo ahí, pero el tiempo hace lo suyo y llevo su música a un momento de mi vida donde podía apreciarlo mejor. Hacía momentos que musicalizarán mi vida mientras lo siga escuchando en mis audífonos.

La carta de Morricone

“Yo, Ennio Morricone, estoy muerto. Lo anuncio a todos los amigos que siempre han estado cerca de mí y también a aquellos que están un poco lejos, a los que saludo con gran afecto. Es imposible nombrarlos a todos. Pero un recuerdo especial es para Peppuccio y Roberta, amigos fraternales muy presentes en los últimos años de nuestra vida. Solo hay una razón que me impulsa a saludar así a todos y a celebrar un funeral de forma privada: no quiero molestar. Saludo con mucho afecto a Inés, Laura, Sara, Enzo y Norbert, por haber compartido conmigo y mi familia gran parte de mi vida.

Quiero recordar con amor a mis hermanas Adriana, María, Franca y a sus seres queridos y hacerles saber cuánto los he amado. Un saludo pleno, intenso y profundo a mis hijos Marco, Alessandra, Andrea, Giovanni, mi nuera Mónica y a mis nietos Francesca, Valentina, Francesco y Luca. Espero que comprendan cuánto los he amado. Por último, María pero no última. A ella le renuevo el extraordinario amor que nos mantuvo unidos y que lamento abandonar. A ella la despedida más dolorosa”.

@ayallagher

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